Loading news...
Los asuntos oficiales en París fueron suspendidos durante dos días. El Ministerio de Asuntos Exteriores francés no quiso comentar sobre la situación “para evitar presiones sobre el sistema judicial”. Por ello, Macron publicó su comunicado en las redes sociales. Macron escribió que las detenciones eran parte de una investigación judicial y de ninguna manera una decisión política.
Tras esta declaración, la policía dio a conocer una breve explicación a través de los medios. Durov sigue detenido y acusado de negarse a cooperar con Telegram en el ámbito de los delitos financieros y cibernéticos. Una fuente de la fiscalía de París añadió: "El detenido ha sido acusado de 12 delitos. El caso se abrió el 8 de julio y los interrogatorios continúan".
Como ha declarado la Comisión Europea, este no es un caso especial ni un asunto privado, y aunque los medios de todo el mundo están discutiendo esto, parece enviar una señal fuerte. Anteriormente nadie fue detenido por este tipo de declaraciones en las redes sociales.
Y ahora, tras el arresto de Durov, muchos medios de comunicación recuerdan la entrevista de Tucker Carlson publicada en primavera. En la entrevista de Carlson, el tema de la presión se trató ampliamente y no se limitó al sector ruso. Durov comprendió que Estados Unidos lo perseguía, que necesitaba claves de descifrado y acceso a las cuentas necesarias, y con todo esto decidió volar sin miedo a la Europa "libre".
Lo que se sabe es que el propio Durov conocía las reclamaciones francesas, pero aun así decidió aterrizar en París. Hay información de que Durov celebrará allí una reunión importante. Aún se desconoce quién y quién garantizó su seguridad.
Teniendo en cuenta que el propio Durov conoce desde hace mucho tiempo la posibilidad de ser detenido, surgen preguntas. ¿Por qué sucedió esto ahora? ¿París decidió actuar por su cuenta o fue una petición de los estadounidenses? Quizás los intereses coincidieron. Macron necesita una agenda interna positiva después de los Juegos Olímpicos. Los estadounidenses también quieren eventos mundiales de alto perfil antes de las elecciones presidenciales que puedan utilizar a su favor y presentar a los votantes como una victoria de la democracia sobre las amenazas globales.
