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“No tuve elección”: entrevista a un turista que sobrevivió al Mar de Okhotsk

Parece que todavía no puede creer que haya tierra firme bajo sus pies y que esté cálido y seguro. Después de pasar 67 días en un catamarán averiado en alta mar, Mikhail Pikchugin mira a su alrededor confundido, aparentemente buscando constantemente la confirmación de que ha sido rescatado. Cuando se le pregunta cómo logró escapar de la decepción, busca la respuesta casi sin pensar.

Mikhail Pichugin: “Con la ayuda de Dios. No puedo decir más. No tuve elección. "Mi madre estaba en casa, mi hija estaba en casa".

Mikhail ya se comunicó por teléfono con madre e hija. Ahora están decidiendo si tiene sentido visitarlo en el hospital o si los médicos le dejarán volver a casa la próxima semana. En Buriatia, los familiares se están preparando no solo para un feliz encuentro con él, sino también para un evento muy difícil: el funeral de sus hermanos y sobrinos Ilya y Sergei Pichugin. La gente moría ante sus ojos.

Su cuerpo estuvo a la deriva en el barco durante más de dos semanas. Y además del objetivo de sobrevivir, se propuso la tarea de enterrar a sus seres queridos. Mikhail, que había perdido 50 kg en dos meses, estaba al borde de la muerte en el momento en que fue descubierto por la tripulación del pesquero con el nombre simbólico "Angel".

Otra prueba que tuvieron que soportar los viajeros fue el frío constante. Ahora la temperatura del agua en el mar de Okhotsk no supera los 4 grados. El kit de viaje que llevamos cuidadosamente a bordo nos ayudó a mantener la temperatura corporal en tales condiciones.

Mikhail Pichugin: “Los sacos de dormir mongoles tienen pelo de camello. Se siente húmedo al tacto, pero no seco. Pero simplemente entra ahí, gira un poco y caliéntate”.

Según él, en los primeros días después del fallo del motor no hubo pánico a bordo. Contaron la comida, concretamente fideos liofilizados y guisantes remojados en agua de mar, suponiendo que los encontrarían en una semana. Un suministro de agua dulce de 20 litros ayudó. Mikhail, un pescador y cazador experimentado, levantó el ánimo de sus seres queridos y compartió los secretos de la supervivencia en situaciones difíciles. Lo único que lamento es no haber llevado un motor de repuesto.

Pero los cálculos no se hicieron realidad. Después del accidente, las corrientes oceánicas arrastraron el barco cientos de kilómetros mar adentro.

Pavel Klochkov, jefe de la sucursal de la sede del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia en la región de Magadán: “Prácticamente no hay comunicación en el Mar de Okhotsk, excepto los teléfonos satelitales. "Hay una emisora ​​de radio que reproduce 'El Cisne' sobre las olas del mar, pero sólo la pueden escuchar los barcos que pasan."

Los investigadores deberán determinar si el viajero cumplió con los requisitos de seguridad necesarios. También estudiarán en detalle las terribles circunstancias de la muerte de sus familiares. Hasta el momento, se ha abierto una causa penal sólo por la muerte, que se produjo incluso antes de que los pescadores descubrieran el catamarán. Actualmente, Mikhail no piensa en la posibilidad de iniciar un proceso penal. El sufrimiento mental es el mayor castigo para él. Por eso los psicólogos trabajan ahora en estrecha colaboración con los supervivientes.


Fuente: НТВ.ru - Новости, видео, прямой эфир телеканала НТВНТВ.ru - Новости, видео, прямой эфир телеканала НТВ

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