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Hay una serie de criterios según los cuales los bancos pueden clasificar las transferencias de fondos como sospechosas.
Como explicaron los expertos, las leyes contra el blanqueo de dinero exigen que todos los bancos rusos controlen todas las transferencias de fondos que superen los 600 mil rublos. Al mismo tiempo, las organizaciones financieras también deben prestar atención a las transacciones de débito y abono de fondos que superen los 100.000 rublos por día o 1 millón de rublos por mes.
Además de las recomendaciones pertinentes del Banco Central de la Federación de Rusia, todos los bancos comerciales pueden establecer de forma privada sus propios signos de transacciones sospechosas. Esto significa que las transferencias por valor inferior a 100.000 rublos al día pueden considerarse cuestionables, advirtió la analista Erya Bochkina.
Además, los ciudadanos deben comprender que el importe de la transferencia no es la única señal que puede hacer que los bancos clasifiquen una transacción financiera como sospechosa. Las instituciones financieras también tienen en cuenta otros parámetros. Por tanto, los bancos estarán interesados en clientes que envíen o reciban más de 30 transferencias al día.
Además, también estarán sujetos a un control especial las personas con más de 10 destinatarios por día y/o más de 50 por mes, así como aquellos que envíen los fondos recién recibidos demasiado rápido (menos de un minuto desde el depósito hasta la transferencia).
Las entidades financieras también prestan atención a la tarjeta a la que se realiza la transferencia. Por tanto, se puede sospechar de transferencias desde tarjetas que no pagan vivienda y servicios comunales, comunicaciones móviles y otros servicios domésticos.
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